Una ruta de ida y vuelta (Día 2): Talavera de la Reina - Colmenarejo
"Los hombres no sucumbimos a las grandes penas ni a las grandes alegrías, y es porque esas penas y esas alegrías vienen embozadas en una inmensa niebla de pequeños incidentes. Y la vida es esto, la niebla. La vida es una nebulosa". MIGUEL DE UNAMUNO - Niebla
Cuando viajas en bici, no hay dos días iguales… ni
parecidos. Y ese es, quizá, uno de sus
grandes atractivos: la sensación de que, una vez te lanzas a pedalear, no hay
nada escrito. Cierto es que el entrenamiento previo, una buena preparación de
la ruta, el mantenimiento del material o la fortaleza mental resultan factores
casi siempre decisivos, pero también que hay muchos elementos, afortunadamente,
incontrolables.
Y en este sentido, el clima es una de las mayores ruletas.
Puedes escoger unas fechas u otras, con mejor o peor previsión, pero luego los
días salen como salen. Y a mí, tras una primera jornada de sol, cielo azul y
viento, me tocó en la segunda una niebla meona, de esas que ahúman el paisaje y
acaban calando hasta el alma.
“Some might say that sunshine follows thunder
Go and tell it to the man who cannot shine
Some might say that we should never ponder
On our thoughts today, 'cause they hold sway over
time”
Tras desayunar en la habitación de la pequeña pensión (ya
hablaré de estos temas en la clásica entrada de análisis), salgo a la calle y
constato que pese al espeso cielo, ni llueve ni hace excesivo frío. Confiado,
abandono Talavera con calma, consciente de que me espera una larga jornada de
pedaleo en la que lo más duro llegará en la parte final. Además, mi idea es
avanzar mayoritariamente por caminos y eso siempre implica más esfuerzo y una
mayor posibilidad de toparse con zonas complicadas.
El canal Bajo del Alberche, rumbo a Cazalegas |
Hasta Cazalegas, primera localidad de paso del día, combino
caminos entre fincas y un tramo de asfalto junto al canal Bajo del Alberche que
terminará desembocando en el embalse que toma nombre del pequeño pueblo. Debido
a las fuertes lluvias de los últimos días, el agua presenta un repulsivo tono
marrón que, sumado al gris de cielo, concede al conjunto un aspecto tétrico.
Aunque el lugar no invita a la contemplación, paro un instante a echar un par
de fotos y aprovecho la ocasión para
limpiar las gafas y certificar que tanto la bici como yo vamos cubiertos ya de
una fina capa de humedad que amenaza con calar hondo.
“Some might say we will find
A brighter day
Some might say we will find
A brighter day”
El embalse de Cazalegas, buen escenario para una película de terror |
Desde aquí hasta Hormigos, había diseñado un trayecto por la
franja que separa la A-5 del río Alberche; un tramo de caminos y pistas
entrelazadas que, en apariencia, no presentaban complicaciones… Pero la
realidad es tozuda. Y aunque todo parece plano, cada dos por tres, el camino
dibuja un pequeño valle y me obliga a cruzar la laguna que se ha formado en su
parte más baja y a superar después un duro repecho a balón parado. Aunque en
todos los casos encuentro una forma de pasarlas sin mojarme demasiado, empiezo a intuir
que en cuanto el camino se acerque al río, no me voy a librar del barro.
Lagunas improvisadas en mitad de ninguna parte |
Superada la Urbanización Mirador -es increíble como
proliferan estos conjuntos de casas aisladas en, podría decirse, mitad de la
nada-, el track me envía de cabeza al lodo. Después de una bajada, me sitúo casi en
paralelo al Alberche y tras unos metros de avance penoso por el fango, levanto
la vista y compruebo que lo que tengo por delante es un camino inundado y
campos convertidos en ciénagas… Sintiéndolo mucho, doy marcha atrás y regreso
hasta la urbanización en modo empujabike. Cuando alcanzo de nuevo el asfalto,
procedo a ponerme los guantes que me había quitado para manipular el móvil y
buscar una alternativa y, oh, oh, me falta uno… Dejo la bici apoyada en una
valla, vuelvo a bajar la cuesta caminando y, por fortuna, a escasos metros doy
con él. Por un momento, pensé que me tocaría meterme de nuevo en el lodazal,
pero hay veces, no muchas (no te fíes), que Dios aprieta, pero no ahoga.
“Because I’ve been standing at the station
In need of education in the rain
You made no preparation
For my reputation once again
The sink is full of fishes
She’s got dirty dishes on the brain
It was overflowing gently
But it’s all elementary my friend”
El nuevo plan es avanzar por carretera hasta Hormigos y allí
retomar los caminos que deben llevarme hasta Escalona. Sin embargo, nuevamente
la realidad se impone. En cuanto me decido a dejar atrás el asfalto, un gran
charco me da la bienvenida. Y después hay otro y otro y otro… Así hasta donde
me alcanza la vista. Paro un instante para darle una vuelta al asunto y
constato que el nivel de humedad de mi cuerpo es ya notable. No hace mucho frío
y eso me tranquiliza, pero empiezo a creer innecesario exponerme a un avance
penoso por el barro con estas condiciones. Eso… y que quedan aún 80 kilómetros
para llegar al destino.
Visualizadas las distintas opciones vía Google Maps, decido
que, como mínimo, iré por carretera hasta Escalona y que si allí el panorama es
el mismo, cambiaré la ruta y volveré a Colmenarejo por asfalto. De camino a
este pueblo toledano, no me queda otra que circular por la N-403. Será un tramo
pestoso, con subes y bajas y tráfico denso; un sector que contrastará
totalmente con lo vivido el día anterior.
Como cabía esperar, lo que se percibe en Escalona es lo
esperado. El camino que va pegado al Alberche es una lodazal. Así que, tras
sacar un foto al castillo, me decido a variar por completo mi plan y seguir por
carretera. La idea no me seduce nada, pero como no me queda otra, retomo la
marcha con celeridad y me voy haciendo a la idea de que lo que viene serán
aburridas rectas, duros toboganes y una cantidad de vehículos más alta de la deseada.
“Some might say they don’t believe in heaven
Go and tell it to the man
Who lives in hell
Some might say you get
What you’ve been given
If you don’t get yours
I won’t get mine as well”
¿Escalona o Mordor? |
Los siguientes 30 y pico kilómetros resultarán duros y aburridos, tanto que, tras una parada para reponer fuerzas, valoró tomar alguno de los caminos que, pasado Almorox se internan en el pinar. Por aquí, el terreno se muestra más compacto y pienso que puede ser una buena idea retomar el contacto con la tierra. Consulto la posibilidad en Koomot y, muy a mi pesar, constato que todos los caminos chocan contra las vallas de las distintas urbanizaciones que hay por esta zona. Lo dicho, que manía con construir en mitad de cualquier parte…
De Villa del Prado a Aldea del Fresno entro en crisis. Aunque
el sol se ha abierto ya paso, las rectas de esta zona me pasan factura. Aún me
resta un mundo para llegar a Colmenarejo y soy consciente de que, una vez gire
dirección Chapinería, todo será mayoritariamente subida. Llegado a este punto,
no queda otra que parar. Superado el nuevo puente que están levantando tras las dramáticas crecidas del Alberche que asolaron esta zona, me detengo en un banco,
me quito el casco, los guantes y demás ropas de abrigo, saco algo que llevarme
a la boca y dedico los siguientes 10 minutos a tomar el sol, comer y descansar.
Mano de santo.
“Some might say we will find
A brighter day
Some might say we will find
A brighter day”
Cuando se entra en crisis, (casi) cualquier sitio es bueno para parar |
En este breve paréntesis, me digo a mi mismo que no tengo prisa y que estos viajes solo tienen sentido si se asume el sufrimiento o los bajones como parte de la aventura. Además, físicamente, me encuentro bien. Acumulo el cansancio lógico de dos jornadas consecutivas de pedaleo, pero ni mucho menos voy con el gancho. Es más debilidad mental que física, como tantas veces. La cabeza, con perdón, la puta cabeza.
La Iglesia de la Concepción, Chapinería |
Tras lavar los platos sucios del cerebro, encaro el tramo
más duro del día. Hasta Chapinería, la carretera asciende de forma progresiva y acaba perpetrando un extenuante repecho final. Después, se apiada del incauto ciclista y va dibujando una escalera que me
permitirá subir hasta casa salvando peldaños de distinta altura. Por el camino, quedará la siempre agradable localidad de Colmenar del Arroyo, testigo de la
que será mi última parada del día, y dos pueblos por los que he rodado decenas
de veces: Navalagamella y Valdemorillo.
“Because I’ve been standing at the station
In need of education in the rain
That made no preparation
For my reputation once again
The sink is full of fishes
She’s got dirty dishes on the brain
And my dog’s been itching
Itching in the kitchen once again”
Frases de autoayuda en Colmenar del Arroyo |
Ya de nuevo sobre la presa de Valmayor, con la cabeza
absolutamente despejada, valoró las dos jornadas de pedaleo y me dejo llevar
por la tremenda alegría que me inunda cada vez que soy consciente de la fortuna
que tengo por poder disfrutar de algo que me llena tanto. Sobre la bici, ni me
acuerdo de que soy sordo. Sobre la bici, aplaco mis demonios y aclaro mi
horizonte. Sobre la bici, siento que la vida se estira como un chicle y que el
tiempo es más relativo que nunca. Sobre la bici… ¡vaya!, si ya está aquí el
cartel de entrada a Colmenarejo. Toca cerrar el grifo de pensamientos, echar
una foto y rodar los últimos metros paladeando lo vivido y, sí, por supuesto,
pensando ya en futuras aventuras. Brindemos con Aquarius por lo que aún está por llegar...
“Some might say
Some might say
You know what some might say...”
(OASIS - Some might say)
Otra aventurilla que llega a su fin |
ALGUNOS DATOS:
- Distancia: 126,7 km.
- Desnivel acumulado: 1.664 m.
- Velocidad media: 19,5 km./h.
- Velocidad máxima: 58 km./h.
- Tiempo total de pedaleo: 6h 30' 25"
- Hora de salida: 08:30
- Hora de llegada: 16:25
Eso te pasa por ponerte a cantar el día anterior 😝 Zapatero, a tus zapatos.
ResponderEliminarPD: Pues qué señorita la que no puede ser nombrada que con un poco de barro y unos charquitos y... Siempre acaba en el asfalto.
PD2: Breve viaje, pero un gusto el poder leerlo. Por un momento casi empatizo con ese bajonazo de cabeza 😉. ¡GRANDE, Juan Carlos!
Oye, de niño me seleccionaron una vez para cantar un solo en una misa... Pero claro, por entonces, tenía "oído" 😜.
Eliminar¡Mil gracias por los comentarios!