Rumbo al este: una ruta de pedales, balones y agobios tecnológicos
"En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol" . EDUARDO GALEANO - El fútbol a sol y a sombra De niño, el abuelo de mi vecino y mejor amigo me regaló una camiseta del Athletic Club. La había comprado para su nieto, pero como este ya se había hecho de un innombrable club blaugrana, decidió entregármela a mí. Fue amor a primera vista. Hasta entonces, el fútbol no me había interesado mucho, pero aquella elástica (en aquella época, no mucho…) de rayas rojas y blancas me hechizó y dio pie a un romance que, a día de hoy, sigue tan vivo como el primer día. Cuento esto porque desde casi el momento en el que di mi primera pedalada, las imágenes del emocionante partido de la noche anterior comenzaron a revolotear por mi cabeza. Que sí, que solo es fútbol, pero que no pasa nada por ser un poquito más feliz cuando la pelota entra. Que la vida ya es bastante dura como para no dejarse llevar por estas pequeña...