Por tierras del Ebro (Día 1): Miranda de Ebro - Medina de Pomar
“Lo más sospechoso de las soluciones es que se las encuentra siempre que se quiere” – RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO, escritor español. - “Bueno, pues colocó la bolsa delantera ¡y a rodar!” - me digo a mi mismo, ansioso por abandonar cuanto antes el portal de la pensión en la que he pasado la noche y que se ha convertido en inevitable escenario de estos instantes previos del gran viaje que llevo tanto tiempo anhelando. Lo ideal habría sido dejar la montura lista la noche anterior, pero el dueño del establecimiento, tras indicarme que estaba prohibido subir la bici a las habitaciones, me invitó a guardarla en un pequeño cuarto de la planta baja. El de contadores, para ser más exactos… Aunque por un momento valoré la idea de dejarla allí con las bolsas puestas, decidí finalmente no hacerlo, porque en el reducido habitáculo había, además, una silla de ruedas y un carrito de la compra y apenas quedaba espacio para moverse. - “Pongo las correas y listo… ¿Las correas, pero dónde...