Por el camino más largo (Día 1): La Puebla de Híjar - Monforte de Moyuela
"Quizá el mayor reto del arte de vivir consista en haber descubierto una manera de seguir prendido a los días cuando la vida empieza a mandarte señales de que has empezado a ser prescindible". LORENZO SILVA - Lejos del corazón (2018)
Con la sordera llegó el miedo y el temor a sufrir más problemas físicos repentinos y sin cura. Y con el miedo llegó la ansiedad, un monstruo que devora tus entrañas y te reduce a escombros. Cuando se abre paso en tu interior, solo queda buscar apoyo en tu entorno y esperar, con enorme paciencia, a que decida marcharse por donde vino…
Y con miedo arranco la ruta. Estoy emocionado por lo que viene, pero no logro quitarme de encima esa idea de que mi cuerpo diga basta. Sé que es un pensamiento absolutamente irracional y dañino, pero no logro arrinconarle. Y por eso tengo claro que, además de oportunista, ésta será una ruta contra el miedo y la ansiedad
A la vera del río Martín |
Un verdor inesperado |
Superado el llamativo pueblo de Albalate del Arzobispo, comienzo a soltarme. Me noto tranquilo y con fuerzas y el miedo comienza a diluirse. Corono algún que otro repecho, paladeo el agradable trecho de carretera hasta Ariño y me interno en un tramo que me ayudará a enfocarme en lo que estoy viviendo. Y es que, de camino a Oliete, tendré que recorrer un bonito sendero, mojarme los pies vadeando el río y realizar un primer esfuerzo de cierto calibre para alcanzar la Sima de San Pedro. El lugar, que parecía interesante en Google Maps, me deja un poco frío, ya que la doble valla de seguridad apenas deja ver la dimensión del agujero.
Monumento al tambor, Albalate del Arzobispo |
Nuestra Señora de la Asunción, Albalate del Arzobispo |
Cambio de panorama
Ya en Oliete, después de tres horas de pedaleo, decido parar a coger
fuerzas. Mientras doy buena cuenta de un bocata de tortilla y una Coca-Cola, un
paisano se acerca a interesarse por mi origen y destino. Será una constante en
toda la ruta y pondrá a prueba mi capacidad para descifrar distintas voces y
leer los labios.
I'm driving down the road like always
But now is not the same
'cause I'm so tired and my mind is dying slowly"
Caminos con encanto |
Con la tripa llena y el calor apretando, encaro el tramo de carretera que, en constante subida, me llevará primero hasta Alacón y, después, hasta el Barranco del Mortero. Aquí sí, las vistas son mucho más agradecidas, aunque Lorenzo aprieta de tal forma que decido no detenerme más de la cuenta.
El Barranco del Mortero... y un calor de muerte |
Hasta Muniesa, transito por caminos polvorientos con
tendencia descendente y el viento tímidamente a favor. Este sector, en el que
abundan los aerogeneradores y las ovejas, me permite olvidarme ligeramente del
calor y recuperar ánimos. Además, en la citada localidad, recargo bidones y compro
algo de fruta y embutido para asegurarme que al menos no pasaré ni hambre ni
sed hasta el fin de la jornada.
Absorbido por el pelotón |
Esta zona de las Cuencas Mineras contrasta con el verdor de las primeras horas del día. Aquí apenas resisten pequeños reductos de vegetación y resulta complicado encontrar una sombra en la que hacer un alto en el camino. Afortunadamente, al paso por Huesa del Común, localizo un pequeño parque para refrescarme, renovar mi capa de crema solar y tomar el último impulso.
Huesa del Común, buen lugar para tomar impulso |
Adaptarse como norma
Durante la preparación de la ruta, diseñé las etapas pensando en hacer una parada para realizar una comida ligera al mediodía y llegar al destino a primera hora de la tarde. Pero el calor manda y hay que adaptarse. Mejor no demorarse mucho y apretar el paso para llegar cuanto antes a un lugar en el que protegerse del astro rey.
Los kilómetros finales se hacen duros, mucho. El termómetro
ronda ya los 40 grados y en los repechos, sin ese mínimo aire que se genera al
rodar a cierta velocidad, la sensación de estar a merced del calor es
insoportable . Mis piernas responden, pero mi cabeza echa humo. No será el
primer día que, con las neuronas tostadas, dé más vueltas de las oportunas para
encontrar el alojamiento.
Ajusticiado por Lorenzo |
En la entrada del Albergue El Muro de Monforte de Moyuela
encuentro un túnel de sombra que me servirá de cobijo hasta que vengan a abrirme
la puerta y pueda dar por finalizada esta primera etapa en la que, pese a todo,
ha habido momentos para el disfrute. Además, del miedo, a estas alturas, no queda ni rastro.
Aunque en el albergue falta personal y hay camas sin hacer, sus instalaciones son aún modernas. Además, soy el único ocupante de una habitación de ocho plazas, así que puedo meter la bici y descansar con absoluta tranquilidad. En el bar Los Alicantinos, pese a que justo hoy tienen la cocina cerrada, se tomarán la molestia de hacerme un bocadillo para comer y de prepararme un plato combinado para cenar, por lo que, cuando finalmente me meta en la cama, lo haré con la sensación de que, calores al margen, todo va según lo previsto.
"Be a butterfly again!
Be a butterfly again!
Be a butterfly again
And keep flying again for me!"
(SEXY SADIE - Here I am)
ALGUNOS DATOS:
- Distancia: 94,80 km.
- Desnivel acumulado: 1.572 m.
- Velocidad media: 17,1 km./h.
- Velocidad máxima: 54,40 km./h.
- Tiempo total de pedaleo: 5h 32' 47"
- Hora de salida: 07:05
- Hora de llegada: 14:10
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